Glencore Aumenta su Cartera en Perú al Adquirir el Proyecto de Cobre Quechua

Glencore Aumenta su Cartera en Perú al Adquirir el Proyecto de Cobre Quechua

La minera global Glencore ha fortalecido su presencia en Perú, el tercer productor mundial de cobre, al concretar la compra del proyecto cuprífero Quechua, el cual se encuentra adyacente a su actual operación Antapaccay en una zona andina del país.

Mediante un comunicado emitido este martes, la compañía confirmó la adquisición. No obstante, Glencore decidió mantener en reserva el monto o el valor económico de la transacción.

El proyecto Quechua, localizado en la región de Cusco, es de gran envergadura. De acuerdo con la cartera de proyectos mineros que maneja el gobierno peruano, se estima que la inversión requerida asciende a los US$1.290 millones.

Anteriormente, JX Advanced Metals de Japón había informado que su subsidiaria, Pan Pacific Copper (PPC), procedió a vender la totalidad de su participación en el proyecto de cobre Quechua, aún sin desarrollar, a Glencore.

Luis Rivera, director de operaciones para Sudamérica de Glencore, destacó la importancia estratégica de la compra en el comunicado corporativo: «El proyecto tiene el potencial de apoyar nuestra mina de Antapaccay dada su proximidad a la operación y a su proyecto Coroccohuayco».

El proyecto Coroccohuayco es otra iniciativa vital para la compañía, pues contempla una inversión proyectada de US$1.500 millones con el fin de extender la vida útil de la mina Antapaccay por al menos dos décadas, según información de la propia empresa.

Cabe destacar que la producción en Antapaccay ha experimentado una tendencia decreciente en los últimos años, atribuida a la baja en las leyes del mineral. La unidad de Glencore produjo 145.841 toneladas de cobre el año pasado, lo que representa una caída del 15,7% en comparación con el volumen registrado en 2023.

Cuando la operación de Antapaccay inició hace más de diez años, su producción anual rondaba las 220.000 toneladas de cobre, de acuerdo con los datos suministrados por la minera.

Fuente: La República