Economía de El Salvador: perspectivas mixtas con desaceleración y consumo como motores
La economía salvadoreña presenta proyecciones de crecimiento contrastantes para el 2025. Mientras la CEPAL pronostica una expansión del 2.4% impulsada por el mercado interno y sectores clave como la construcción y el turismo, la firma de análisis Grupo EMFI ajustó a la baja su previsión, situándola en 2.3%, debido a la desaceleración observada en el primer trimestre.
Según la CEPAL, el crecimiento se basa en la inversión privada y un mayor consumo, reforzado por el reciente aumento del 12% al salario mínimo. Para el 2026, el organismo proyecta un crecimiento del 2.7%, impulsado por el consumo, el empleo, las exportaciones de textiles y los servicios como los call centers.
Por otro lado, el análisis de EMFI revela una desaceleración económica en el primer trimestre del año, con un crecimiento del 2.3% frente al 3.8% del mismo periodo en 2024. Este freno se debe principalmente a los «agresivos recortes en el gasto público», parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A pesar de la caída del gasto público, el consumo privado se mantuvo fuerte, impulsado por un flujo récord de remesas. La construcción también continuó siendo un motor de crecimiento, respaldado por proyectos de infraestructura y vivienda. Sin embargo, EMFI concluye que el impulso de estos sectores no logró compensar la debilidad causada por la consolidación fiscal y la contracción de las exportaciones.
Para el segundo semestre del año, la firma advierte que las señales económicas son «mixtas». Aunque la inversión y el consumo privado son los pilares del crecimiento, la reducción del gasto público impone un freno adicional a la actividad económica del país.