Grandes corporaciones ven crecimiento en Argentina, pero alertan sobre la debilidad del peso
Un análisis de los documentos presentados ante la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos revela la perspectiva de grandes empresas globales con operaciones en Argentina. A pesar de que las ventas de muchas compañías cayeron durante 2024, los reportes muestran una notable recuperación en los primeros meses de 2025. Sin embargo, las empresas siguen señalando la debilidad del peso argentino como un riesgo significativo para sus ganancias.
Recuperación económica y desafíos del tipo de cambio
Empresas como Coca-Cola Femsa y Volkswagen destacan un crecimiento de sus negocios en 2025, atribuyéndolo a una «mejora de las condiciones macroeconómicas». La embotelladora de Coca-Cola, por ejemplo, registró un aumento del 14% en sus ventas en Argentina, mientras que Volkswagen reportó un «aumento muy fuerte» en la venta de vehículos nuevos.
No obstante, esta recuperación se ve contrarrestada por el impacto de la devaluación del peso. Compañías como Stellantis y Mondelēz advierten que las fluctuaciones cambiarias afectan negativamente sus ingresos y rentabilidad, ya que la fortaleza del dólar reduce el valor de sus ganancias en moneda local al ser convertidas. Netflix y Google (Alphabet) también señalan que el crecimiento de sus ingresos en la región se vio afectado por la devaluación del peso argentino.
Restricciones y salida de empresas
El artículo también menciona la larga lista de problemas estructurales que enfrenta la economía argentina. Empresas como Johnson & Johnson clasifican a Argentina, junto con Turquía, Venezuela y Egipto, como una economía altamente inflacionaria, lo que complica la rentabilidad.
Además de los problemas cambiarios, algunas empresas, como Stellantis, señalan las restricciones para transferir fondos fuera del país. Esto se suma a una tendencia de los últimos cinco años, en la que al menos 70 empresas multinacionales han vendido sus operaciones en Argentina, incluyendo a Falabella, Walmart y el banco Itaú, buscando reducir la complejidad de operar en un mercado con reglas cambiantes.
Fuente: La Nación