Argentina, al umbral de una nueva era minera

Argentina, al umbral de una nueva era minera

Argentina está frente a una oportunidad histórica. Con el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) próximo a aprobarse, comienza a delinearse una nueva etapa para proyectos que representan mucho más que desarrollo económico: significan empleo, arraigo, innovación y visión de largo plazo. 

En minería, los primeros casos que se preparan para despegar bajo este marco son Gualcamayo (en San Juan), Los Azules (también en San Juan) y el proyecto Rincón de Aranda de Pampa Energía (en Salta). A estos se suman inversiones clave en infraestructura logística y desarrollos energéticos renovables impulsados por Tenaris y Generación Renovable. 

Cada uno de estos proyectos aporta una pieza fundamental al nuevo rompecabezas productivo del país: generación de divisas genuinas, transferencia de tecnología, empleo de calidad en el interior profundo y desarrollo de proveedores locales. 

El RIGI representa un cambio de régimen para la inversión en Argentina”, aseguró Pablo Quirno, secretario de Finanzas de la Nación. “De los seis proyectos ya aprobados, cinco están radicados en el norte argentino, lo que demuestra el impacto federal de esta política. 

El caso Gualcamayo, operado por Minas Argentinas —una empresa de Aisa Group—, está atrayendo atención positiva de los expertos por su potencial. El respaldo del RIGI permitiría avanzar en un estudio de factibilidad para una mina con horizonte de producción por 20 o 30 años, con estándares de clase mundial y un fuerte impacto en la generación de empleo en San Juan. Todo indica que será apenas el primero de varios proyectos que podrían sumarse al régimen. 

El desafío es claro: generar condiciones estables para atraer inversiones de largo plazo. Pero también lo es la oportunidad: convertir el potencial geológico y energético del país en valor concreto para las provincias y sus comunidades. 

Porque invertir en minería hoy es invertir en el futuro productivo de Argentina.